Entrevista con Tottam Art&Healthy Garden
- nozomivillarreal
- 12 nov 2024
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 1 feb

¿Cómo presentarías a Nozomi? ¿Quién es, de dónde viene, qué hace en España, a qué se dedica...
Me presentaría contando que desde pequeña sentía mucha inconformidad con la vida. No sabía por qué, pero sentía que la vida no podía ser solo lo que se me decía que era. Había mucho malestar al sentir que vivía en una sociedad donde faltaba algo, que generaba una sensación de vacío, que no daba significado a la vida. Y lo que buscaba era significado, una razón para vivir. Quizá fue esta inconformidad lo que me llevó a buscar un camino espiritual. Desde adolescente leí mucho sobre conocimiento esotérico, pero luego eso se fue perdiendo cuando tuve que elegir una carrera. Lo maravilloso es que la carrera que elegí, que fue la psicología, me llevó justamente a volver a la espiritualidad cuando me encontré con las terapias energéticas.
De manera que quizá la mejor forma de describirme es como una persona plenamente volcada en mi trabajo interior, aunque algunas veces sea más difícil que otras, pero siempre hay algo ahí que me recuerda que ese es mi sentido de vida. Y siendo éste mi sentido de vida, que se traduciría en una búsqueda intensa de conectar, sentir, encontrarme con la Divinidad que habita dentro de nosotros, pues deseo trasladar ese sentido de vida a mi trabajo. Ya que, a medida que crezco, veo posible acompañar a otros a crecer interiormente. La carrera que estudié me posibilita justamente eso, y con los años se fue complementando con las terapias energéticas. Actualmente siento que acompaño desde mi propio camino de desarrollo espiritual más que desde una técnica.
Y respecto a de dónde vengo, nací en Perú y he vivido toda la vida ahí. Ahora estoy aquí en España hace 3 años, porque de alguna forma la vida me trajo aquí a través de esa búsqueda de un mayor trabajo interior. Ahora intento dedicarme plenamente al trabajo con las terapias, que es mi pasión o, mejor dicho, al acompañamiento de personas en su desarrollo evolutivo.
Este mes estamos de viaje con los eventos en Tottam, ¿qué tipo de viaje hace Nozomi cuando trabaja con los demás?
Para mí, el desarrollo de la terapia que hago ha sido un viaje increíble, desde la psicología a lo espiritual y lo energético. Después de algunos años atendiendo como psicóloga con enfoque de terapia Gestalt, comencé con el Reiki, que es un tipo de sanación energética. Luego, poco a poco, eso se fue desarrollando.
Considero que cada terapeuta le va dando forma a la terapia que hace a través de su propia vivencia. En mi caso, el comenzar a trabajar con energía me permitió comprender muchas cosas de mi vida, porque siempre he tenido una alta sensibilidad que ha sido difícil de manejar, no solo a nivel emocional sino también a nivel físico. De alguna forma, con el tiempo entendí que esta sensibilidad hace que, cuando estoy cerca a las personas, muchas veces comience a sentir en mi cuerpo sus estados de ánimo, sus problemas, e incluso sus dolores físicos. Es como si fuera una esponja que, al tener los poros muy grandes, permite que muchas cosas entren. Así que me encontraba constantemente cansada, adolorida, emocionalmente drenada, y a veces esto no tenía que ver con lo que me pasaba a mí, sino con que había entrado en la frecuencia de otros y no me había dado cuenta.

Al comprender esto, poco a poco he ido aprendiendo a manejarlo para no sentir los estados de otros cuando estoy en contextos sociales, y más bien, he comenzado a darle uso durante las terapias. Cuando comencé a trabajar con energía (con el Reiki), muy pronto comencé a sentir en mi cuerpo las emociones de quien venía a consulta, o veía imágenes de su vida, o bien metáforas que, cuando se las comunicaba, tenían sentido para ellos y les daba información valiosa. Con ello, comencé a investigar dentro de mí misma cuánto podía “moverme” a nivel energético e interactuar con las personas dentro de este plano.
Fue sorprendente descubrir que existe un mundo paralelo, el mundo de la energía, en donde se encuentra nuestro mundo interior en su forma más pura, digamos. Y es posible entrar en el mundo interior de otra persona al sincronizar nuestras energías. En mi caso, durante una sesión de Sanación Energética, puedo entrar “ahí”, y se arma un escenario de símbolos y metáforas que comunican el problema nuclear de la persona. Esto es muy útil porque muchas veces las personas vienen con una enfermedad o algo que no entienden de su vida y, al entrar a su mundo interior puedo ver claramente la causa real de su condición actual. Esto muchas veces permite un vuelco de 180° sobre cómo la persona ve la situación que está viviendo y orienta el tratamiento.
Además, el tener esta posibilidad de comunicarme con el mundo interior de cada persona de manera tan directa me permite ver el desarrollo del tratamiento a nivel sutil y hacer intervenciones en ese plano. Luego, con esa información, hacer otro tipo de intervenciones a nivel consciente, con la persona, para que haga un trabajo en su día a día. Siempre hay que trabajar en ambos planos a la vez, la persona tiene que formar parte activa de su proceso de transformación.
De manera que cada sesión es un viaje maravilloso, porque se ha convertido en la posibilidad de entrar al mundo interior de las personas y conocerlas desde un lugar muy esencial y real. Lo que vemos en el exterior es solo un 5% de superficie, pero dentro hay un 95% de mundo extraordinario al que muchas veces tenemos poco acceso. Mi deseo es acompañar a que las personas tomen cada vez más consciencia de sí mismas y, desde ahí, puedan vivir una vida más plena y alineada con el sentido de su Alma.
¿Qué significa Nozomi?
Nozomi significa Esperanza. Es un nombre que he recibido en mi camino espiritual y que, de alguna forma, marca un rumbo de vida para mí. Quizá el trabajo en mí misma tiene que ver con poder entrar cada vez más en la profundidad de lo que es la Esperanza, que para mí se relaciona con tener una vida basada en la fe, en donde aparece la comprensión de que pase lo que pase vamos a estar bien y pase lo que pase vamos a ser capaces de salir adelante. Creo que mi deber es vivificar esa Esperanza para poder transmitirla a los demás, no solo con el acompañamiento que hago a través de las terapias, sino también con mi forma de ver la vida y de vivirla.

¿Cómo vivifica esa resonancia en esta sociedad?
Creo que en una sociedad como en la que vivimos, una de las cosas más importantes a sostener es la esperanza. Y lo digo desde la propia vivencia, porque muchas veces viendo el mundo tal y como está, surge en mí un gran dolor que se pregunta por qué actuamos así como humanidad, por qué tanta guerra. En el pasado, este dolor me llevaba a la desesperanza y a estados muy negativos. Hoy en día, no niego que no aparezca, pero hay otra comprensión que permite que no me quede en esa negatividad. Y esa comprensión está relacionada a la esperanza.
Imagino la esperanza como una pequeña flor que, aunque el terreno esté muy maltratado, abandonado, sucio o lleno de basura, va a encontrar por dónde brotar. Si vas caminando por cualquier parte, siempre puedes encontrar pequeñas flores, pequeñas hierbas, que logran hacerse paso entre los escombros o el maltrato del espacio. Quizá es importante que cada vez más sostengamos esa pequeña esperanza, porque eso es lo que nos va a activar a querer ser la diferencia para el mundo y comenzar con nuestro propio trabajo interior. Considero que el lugar más importante para acabar las guerras es dentro de nosotros mismos, ya que, si encontramos esa paz dentro, no va a haber deseo de pelear fuera.
Así, pienso que la mejor forma en que podemos aportar al planeta es con nuestro propio trabajo interior, ya que eso resonará y entregaré lo que soy al mundo. Y si soy Amor, no colaboro con la guerra.
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